Tan cerca “y sin embargo”, tan lejos

Cuando el 14 de julio llegué a Santiago de Compostela, sabía que Joaquín Sabina & Serrat actuaban esa noche. Ingenuo de mi, pensé que tal vez podría comprar un par de entradas para ver dicho concierto.

La primera mala noticia me la dieron en el restaurante al que fui a comer, la camarera me comento que ya no quedaban ninguna entrada, ella la intentó comprar y ya no quedaban ninguna.

Cuando terminé de comer, dejé a Carmen y a la “peque” en el hotel para descansar, y yo me fui a la plaza del Obradoiro, para ver, (pobre iluso de mi), si allí podía encontrar alguna entrada, pero tal y como me dijo la muchacha, no quedaban entradas, que mala suerte joder, lo único que pude hacer es fotografiar el escenario.

Lo único que me valió de consuelo fue que, como el concierto era al aire libre, me quedé, al igual que muchos otros, en las puertas para escuchar algunas canciones. Y comprobé que realmente vale la pena entrar en dicho concierto.