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La espada de Damocles

No se olvida lo que uno aprende

El domingo por la noche se rompió parte del larguero de la cama de mi hija, (ya no hacen los muebles como antes). Pues bien, le hice un apaño para que pasase la noche tranquila y dispuesto a arreglarla el lunes por la tarde. Ayer, cuando llegué a casa, me fui directo al Brico y compré todo el material que me hacía falta, cola, tornillos de 4,5 cm y un listón. Carmen y Sandra se fueron y me quedé solo en casa, puse música en la cochera, cogí mis herramientas y me puse manos a la obra. El resultado, es que la cama está y no es porque yo lo haya hecho, perfectamente arreglada y corregí algunos fallos que para mi lo eran, es decir, reforcé el larguero para que no volviera a pasar. En fin, en resumidas cuentas, me volví a sentir aquel carpintero que fui hace ya 16 años.

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